Línea 100. Destino: bulevar Aparicio Saravia. Son las seis de la tarde al abordarlo en 18 y Yaguarón. Hay dos filas de gente parada que comienzan frente al asiento del guarda y llegan hasta el fondo de la unidad. No se advierten claros. El pasaje prefiere ganar tiempo. El espacio propio es una ilusión efímera, se desvanecerá en un par de paradas, así que es mejor asegurarse una situación pasable. Pronto se ve que tampoco eso podrá sustentarse, y a la altura de la Plaza de los Bomberos todos nos corremos hacia el fondo tal vez treinta centímetros más. Para que esto sea posible antes ha sido necesario levantar las mochilas y las bolsas que viajan apretadas entre las piernas, movimiento que se realiza con admirable sincronía. Llegando al fin de 18 de Julio el guarda se para en su lugar y esti...
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