El presidente Barack Obama, un hombre habitualmente calmado, se irrita cuando los críticos del denominado Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica, o Tpp por su sigla en inglés, recurren a la experiencia acumulada desde que en 1994 entró en vigencia el Tratado de Comercio de América del Norte, o Nafta por su sigla también en inglés.
Esta semana, después de una breve rebelión de un puñado de senadores del Partido Demócrata y con apoyo casi unánime de los republicanos y la mayoría de los demócratas, Obama conseguirá del Congreso el permiso para el “trámite rápido” del Tpp, asunto en cuyas negociaciones ya han participado Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam.
El trámite rápido permite que el Poder E...
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