El nivel de inversiones de las empresas públicas está en cuestión, desde la óptica de la nueva administración frenteamplista. En especial porque los recursos destinados a nuevos emprendimientos, especialmente los concretados durante el gobierno de José Mujica, impidieron aportes sustanciales (o los esperados) a Rentas Generales. Esa disminución de dineros volcados al tesoro nacional explicaría, en la visión del actual gobierno, el déficit fiscal, que a marzo de este año (según datos del Mef) se ubicó en el 3,4 por ciento del Pbi. La pretensión del gobierno es que el aporte de las empresas públicas alcance el 2 por ciento del producto, es decir más de mil millones de dólares anuales. Con esa cantidad volcada a Rentas Generales se alcanzaría un superávit primario, cosa que no ocurrió en 2014...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate