El libro por venir1
Nuestro artista domina su Suetonio, su Heidegger, su Mallarmé. Es, como se decía antes, de buena madera. A los 40 años ha dejado atrás muchas cosas, el placer, el entusiasmo, y muchas regiones contaminadas del sentimiento. Le queda, sin embargo, algo: desdén por los literatos de carrera, respeto por la palabra, y un humor que si por momentos parece sombrío o desengañado, sabe sin embargo a veces, por pura humildad, volverse tierno o payasesco.
Su vida gira alrededor del hecho que está por venir, como una madre que espera, después que todos los trenes militares que venían del frente han ya llegado y la estación se ha vaciado, el regreso improbable del hijo que se ha ido a la guerra. Lo que escriben sus contemporáneos le parece, en la mayor parte de los casos, y por razon...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate