En la literatura de Francisco Espínola y de Juan José Morosoli, por nombrar sólo a dos tótems de nuestra tradición literaria, hay velorios memorables que Martín Bentancor debe haber leído con entusiasmo mucho antes de pensar siquiera en escribir El Inglés. En esta novela se apropia de la técnica narrativa del velorio y hace que uno de sus personajes, el viejo Samurio, cuente la historia del muerto. Para acápite suma dos versos de José Hernández en La vuelta de Martín Fierro: “Dije entre mí: Qué rosario/ le están rezando al finao…”.
Nacido en Canelones en 1979, Bentancor creció en una vivienda muy humilde de la zona rural de Las Brujas, en la Tercera Sección del departamento de Canelones, y hoy reside en Los Cerrillos. Con varios libros publicados desde 2009 –policial, ficción histórica, no...
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