El Plenario del Frente Amplio aceptó, por mayoría, la renuncia de su presidenta. Eso dividió aguas y se generaron chisporroteos varios. Algunos hablaron hasta de golpe de Estado. Aunque pasadas las horas todo tiende a encauzarse, en los distintos posicionamientos aparecen concepciones diferentes sobre la fuerza política de gobierno. Y comienza, en algunos, a asomar la idea de que la coalición de centroizquierda debe transformarse en un partido de opinión.
En el episodio conflictivo de la renuncia de Mónica Xavier y la aceptación de esa medida que hizo el Plenario Nacional del FA, el pasado 8 de agosto, se perciben varios elementos críticos que hacen a la vida de la fuerza política de gobierno. En primer lugar están los que podrían denominarse como “formales” (aunque ahondando no son tales,...
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