Que la mano invisible que ordena la economía padecía artritis no era ninguna novedad, pero hasta 2001 no muchos miembros de la crema de la economía internacional habían logrado cuestionar la teoría del libre mercado y a la vez recibir las mieles del éxito. La mano, que además de invisible seleccionaba a sus beneficiarios, gobernó la teoría económica y aún lo hace en sus cíclicas renovaciones. A veces eso se alterna con visiones neokeynesianas en las que la mano ostensible del Estado interviene en la economía para que el orden no sea azaroso.
El estadounidense Joseph Stiglitz, junto a sus colegas George Akerlof y Michael Spence, lograron el premio Nobel de economía en 2001 por su trabajo acerca de las asimetrías en la información y los fallos de los mercados, que rebate uno de los principio...
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