Los derechos humanos, la trata de blancas, los casinos, el lavado de dinero, las manganetas políticas y las muy diversas formas de corrupción: una parte del prestigio de Brecha está cimentado en las múltiples investigaciones que sus periodistas desarrollaron a lo largo de 30 años.
El semanario no tiene –al contrario de otros medios alrededor del globo con la misma impronta– una unidad de investigación o algo que se le parezca, ni tiene rubros especiales para dedicar a la tarea. “La investigación la hacen los periodistas solos, o de a dos. Te la tenés que arreglar, y al final sale la cosa. Es así. Creo que los periodistas en Brecha tienen las herramientas y los criterios para hacer una buena investigación”, dice Samuel Blixen.
A propósito de la pobreza franciscana Blixen rememora sus viajes...
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