Andrea y Laura, dos jóvenes madrileñas, llevaban varios meses esperando esa noche, que prometía ser mágica. Creían que nada sería igual a partir de ese momento, en el que sus ilusiones de cambio político se verían, por fin, recompensadas. El domingo 26 al atardecer se sentaron frente al televisor aguardando los resultados de las elecciones, las segundas en menos de seis meses. Creían que Unidos Podemos, la nueva coalición de izquierdas, tenía grandes posibilidades de hacer temblar al viejo sistema de este país. Así lo pronosticaban las encuestas y los medios de comunicación. Ellas, al igual que varios millones de personas, lo creyeron. Error. De-silusionante error.
Contra todos los sondeos y esperanzas, Unidos Podemos –candidatura formada por Podemos e Izquierda Unida (IU)– no fue capaz de...
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