El Plan Cóndor, la trasnacional represiva de las dictaduras del Cono Sur que operó durante los años setenta, sacudió frontalmente al Mercosur y agudizó la crisis política instalada por el traspaso de la presidencia pro témpore que debería quedar en manos de Venezuela en el segundo semestre del año.
Brasil y Paraguay, secundados por Argentina, se oponen a entregar la presidencia pro témpore al gobierno de Nicolás Maduro, mientras que Uruguay, a instancias del presidente Tabaré Vázquez, y a pesar de las inclinaciones del canciller Rodolfo Nin Novoa, pretende cumplir con los cronogramas formales.
En su afán de destronar a Venezuela de la presidencia pro témpore, el impulsivo canciller paraguayo, Eladio Loizaga, puso como condición que Maduro “libere a los presos políticos”, y a la vez criticó...
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