La autocrítica sale a borbotones de la boca de los candidatos a la presidencia del Frente Amplio (FA) cuando se les pide una evaluación de la campaña. Que hay una desmovilización generalizada. Que aún está fría. Que la fuerza política se alejó de la sociedad. Que la disconformidad. Que la falta de discusión política. Que el desgaste del gobierno. Que la incapacidad de no saber responder en los enfrentamientos con la oposición. Después hacen una pausa y contextualizan: ningún otro partido en Uruguay ni “en ninguna parte del mundo” moviliza tantas personas en relación con el electorado para elegir sus autoridades. También aguardan expectantes que el “casco militante” despierte sobre la hora. Pero luego vuelven con su diagnóstico inicial. Sin un asomo de duda, aseguran que no conseguirán los ...
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