Hay números, series de cifras, que hacen sentir superflua, vana, toda interpretación. Veintitrés personas murieron a causa de incendios domiciliarios en 2014, 25 lo hicieron en 2015. Este año, hasta ayer, iban 35.
Once de éstas eran chiquilines. Uno de 14 años, otro de 12, dos de 8, una de 7 y dos de 6, uno de 5, otro de 4, uno de 3 y uno que apenas tenía un año y dos meses.
Y aunque suene facilongo para lo dramático del asunto, hay que conceder que en esto alguna parte ha tenido “la fatalidad”. “En los últimos tres meses, de mayo a julio, las temperaturas han estado por debajo de lo normal”, señaló a Brecha el meteorólogo Mario Bidegain. “En mayo, en el promedio de todo el país, la desviación fue de casi dos grados. En junio, de 1,7. En el suroeste, el centro y el norte del país, el frío ...
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