La noticia sobre la suspensión de un acuerdo que tenía contentas a todas las partes causó sorpresa y cierto malestar, ya que no hubo argumentos de peso para justificar la decisión, que tiene como telón de fondo el partido que vienen jugando el gobierno, la Asociación Uruguaya de Fútbol (Auf) y la empresa de Francisco Casal, paradójicamente, un hombre al que le gusta contar el punto de partida que tuvo como alcanzapelotas cuando se refiere a lo que ha logrado en el mundo del fútbol. El campeonato que protagonizan no ofrece copas, pero está en disputa el tema de la seguridad en los espectáculos deportivos masivos (fútbol y básquet) y la responsabilidad pública y la privada en garantizarla. Y mucha plata.
El convenio fue firmado el 27 de agosto de 2013 en tiempos de sintonía entre Torre Ejecu...
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