En el pasado, Uruguay fue el país que intentó flexibilizar las normas del Mercosur, para poder hacer acuerdos unilaterales por fuera del bloque. Por entonces fue el planteo de “regionalismo abierto”, dirigido a modificar la cláusula 32/2000 del pacto regional y así tratar de romper con lo que el gobierno uruguayo entendía como el fracaso de una plataforma de inserción en el mundo. Sin embargo, en 2016 el escenario cambió radicalmente. Y lo hizo por el nuevo signo de los gobiernos de los dos socios mayores (Argentina y Brasil). Con una vocación menos integracionista, aprovechan los problemas políticos de Venezuela para intentar “dinamitar el pacto regional o dejarlo en stand by”, comentó a Brecha el diputado y vicepresidente del Parlasur, Daniel Caggiani (Mpp).
Una realidad, subrayó el legi...
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