La lógica de la industria armamentística actual no entiende de alternativas. Sí de crecimiento desenfrenado, beneficios abundantes y respuestas hegemónicas. “El mundo está lleno de gente estúpida”, “en la historia de la humanidad siempre ha habido guerras” o “trabajamos para un mundo mejor” son algunos argumentos que repetían los vendedores de armas en la feria bianual Eurosatory, celebrada en junio en París con la participación de más de 1.500 compañías internacionales dedicadas a la defensa.
Acogiendo a Eurosatory, del que participa el Ministerio de Defensa, Francia se erige abiertamente como propulsora del negocio del armamento, que cerró 2015 con una cifra récord de exportaciones en materia militar: 16.000 millones de euros, casi doblando los 8.200 millones de 2014. Francia se sitúa as...
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