A los salarios de los legisladores, que no se caracterizan por ser escuetos, se le suman algunas partidas destinadas a la inversión en secretaría, fotocopias y prensa. Esta última, que duplica el salario mínimo nacional, no cuenta con ningún mecanismo que garantice cuál es su real destino. La ausencia de fiscalización es quizás la razón de que el rumbo de este dinero varíe según el partido y el sector.
Álvaro Delgado, senador por el sector Aire Fresco, del Partido Nacional, explicó a Brecha que su grupo político no realiza ningún control sobre este dinero, ya que entienden que le pertenece a cada legislador y su administración queda a criterio individual. Sin embargo, el diputado de Unidad Popular Eduardo Rubio, así como otros legisladores del Frente Amplio (FA) consultados, vuelcan esta p...
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