Si desde la Plaza de los Olímpicos en Malvín el paseante se dirige a la calle 9 de Junio, se topará en el arranque de la pared que mira al oeste con una placa de cerámica donde se lee: “A don Salvador Mérola. Que con iniciativa, trabajo y constancia, embelleció esta calle y la transformó en un jardín donde da gusto vivir. Amigos y vecinos de 9 de Junio. 20 de febrero de 1998”. En ese rincón cuyos nombres evocan acontecimientos de orgullo nacional –el 9 de junio fue el día de 1924 en que Uruguay se consagró campeón olímpico de fútbol en el estadio Colombes, de París–, la explicación de tal agradecimiento la tendrá el visitante apenas mire la calle. Efectivamente, 9 de Junio es un jardín. Si la visita se hace en verano, agradecerá la frescura aportada por la más gloriosa bóveda verde. Si en ...
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