Despejadas las dudas sobre si alcanzarían los votos para aprobar la rendición de cuentas, las dificultades para los parlamentarios oficialistas residen en el escaso margen que tienen para redistribuir recursos entre los distintos incisos (unidades ejecutoras), debido a lo exiguo de los incrementos planteados. Un factor agregado es que, como en todas las rendiciones, aparecen artículos que no son estrictamente presupuestales –o son conexos a esa cuestión, tal el caso del 15, entre otros–, respecto de los cuales no hay consenso en la bancada frenteamplista, aunque sí una opinión mayoritaria y contraria a votarlos.
El primer problema, el de la sanción o no, se superó al contar con el voto 50 en Diputados (en el Senado el gobierno tiene la mayoría asegurada). El legislador, hoy independiente, ...
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