Es curiosa la avenida Saint-John Perse, en Fort-de-France, la capital de Martinica. No es recta sino que va curvándose y envolviendo las cuatro manzanas que contiene, como si fuesen una isla dentro de otra isla. La isla de Crusoe a la que SJP le escribió sus primeros poemas. En el centro, sobre una altura apenas notable, un colegio, el Tartenson, y en el número 2 las oficinas de la liga de fútbol. Pero no está SJP. Tampoco en la calle que lleva su nombre en Le Lamentin, segunda ciudad de ese departamento de ultramar. Una calle de apenas dos cuadras que hace esquina con la Pablo Picasso.
Ahí, en Le Lamentin, lo que sí puede encontrarse es el rastro de Aimé Césaire, el más negro de los poetas negros, que nació en ese lugar y ahora le da su nombre al aeropuerto. Al hipódromo no. El hipód...
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