Día tras día aparecen nuevos intérpretes de tango en nuestro medio. Y, curiosamente, cuanto más nuevos son, más tradicional el estilo que intentan, en una suerte de fascinada búsqueda de orígenes remotos –los años treinta, los años veinte y aun antes–, época musicalmente irreprochable y comercialmente exitosa, como lo han demostrado, por ejemplo, en Argentina Cristóbal Repetto y su voz “a lo Magaldi”, o aquí el notable Tabaré Leyton, de neta influencia gardeliana, o el propio Cuarteto Ricacosa.
La unidad de guitarristas y cantor-guitarristas con púa a la vieja usanza y un repertorio tradicional de tangos, valses y milongas, resulta irresistible para un público joven, lo que es un milagro estético y una rara voltereta del mercado actual.En ese intento de rescatar raíces se inscribe Año...
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