La semana pasada vecinos de La Paloma impidieron las obras que harán posible el camino a transitar por los camiones de upm para descargar su madera en el puerto y alimentar la planta de celulosa del río Uruguay. Algunos vecinos no quieren el tránsito pesado y desean que se dé un impulso al turismo. Otros ven en los camiones una manera de pasar el invierno.
Todo está en su lugar. La decisión del gobierno es firme, la voluntad de la Intendencia inamovible y las retroexcavadoras mueven el suelo arenoso del Parque Andresito mientras obreros de chalecos fluorescentes retiran las oxidadas vías del tren y talan las coníferas frondosas que ya despojadas parecen grandes lápices trozados esperando unas fogatas fenomenales. La Paloma arde. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas está...
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