Este domingo un amante de la fotografía junta en un escenario 130 voces que, por seguirlo, aprendieron a cantar.1 Aunque en su fuero interno Ney Peraza, guitarrista, arreglador y “comodín” de formaciones y solistas señeros de la música popular uruguaya, admita que odia figurar.
—¿Cómo nació, dentro del músico que huye de protagonismos, el director de agrupaciones musicales?
—Empecé dirigiendo un coro de adultos mayores hace 14 años, por convenio entre la Intendencia y el Taller Uruguayo de Música Popular (Tump). Tengo 56, así que puede decirse que soy relativamente joven en esto (su sonrisa, un paso detrás de sus dientes, elonga un aire a Mateo). Me di cuenta de cuánto me gustaba la tarea y lo terapéutico que es, para la gente, cantar con otros. Lo que caracteriza a un coro no selectivo es...
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