Orillas del Río Negro, cincuenta años atrás
Un local de feria, allá donde arroyo Malo vierte en el Río Negro. Hay un tiroteo y el Polo Píriz, celebrado domador, debe buscar refugio en el monte. En esta crónica está un paisaje del que no queda mucho, la comunidad dispersa pero constante del país ganadero y el dolor de la libertad.
Píriz sabía que la suerte debía ayudarlo y mucho. La herida le preocupaba menos que otras circunstancias. La bala había atravesado superficialmente su muslo derecho, diez centímetros por encima de la rodilla, de atrás hacia su frente. Sangraba poco. Tendría que lavar escrupulosamente la zona, darle aire y sol, luego ayudarse con un trozo de camisa para taponearla. Ellos desconocían la presencia de su bote, cerca del arroyo Malo. Casualidad, sorpresa, o...
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