La sucesión de entuertos, que tuvo un capítulo especial con Ancap (en el que el oficialismo no pudo construir un relato común de lo ocurrido en el ente), más una inflación que siempre supera la meta del 7 por ciento y el reciente ajuste de las tarifas de tres de las empresas del Estado, no han hecho otra cosa que provocar descontento entre los propios y malestar en la población en general.
Es una desazón que entre los frenteamplistas se agrava, en tanto ven cómo las diferencias internas se expresan cada vez más a través de los medios de comunicación. Y cuando parecía que –precisamente por esa confrontación mediática– no había espacio para la oposición, el ex candidato blanco Lacalle Pou ataca (creíble o no, pero los dichos están sobre la mesa) por la izquierda y hace un planteo keynesiano ...
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