La vida viajera que lleva (parte de) la población más o menos joven de los últimos, digamos, 30 años, vuelve factible la posibilidad de encuentros cercanos del primer tipo entre dos perfectos desconocidos: orígenes distintos, idiomas distintos, proyectos de vida distintos. Richard Linklater con Antes del amanecer (1995) se ocupó de uno de esos encuentros con particular frescura y credibilidad; su peculiar método creativo, que incluía por ejemplo la participación de los actores Ethan Hawke y Julie Delpy en la elaboración del libreto, logró esa sensación especial de algo que verdaderamente podía suceder, de algo que estaba sucediendo. El realizador finlandés Mikko Kuparinen apela sin duda a la misma premisa, aunque el resultado está bastante alejado del objeto de su inspiración.
Una arquitec...
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