Y un día volvió. Sin decenas de personas a su alrededor, ni grandes séquitos (tan sólo unos pocos fieles), Juan Chiruchi recorre los comités que le son afines para explicarle a su gente que hay que votar y militar por la lista 222014, que lo une, en un acuerdo impensable tiempo atrás, con el hombre fuerte de Larrañaga en San José, Carlos Daniel Camy, cercano colaborador del “Guapo” (donde está Larrañaga, está Camy). Este un trasiego que representa un caso inverso a lo que ocurre en otros lares.
Hay un cúmulo de razones por las cuales se entiende este acuerdo, aunque todo se puede simplificar con una sola palabra: intereses (de unos y de otros). Y para el análisis hay que repasar algunos movimientos que llevan al abandono de Chiruchi del “Herrerismo que ahora llevamos en el corazón”, como d...
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