Sacar los pies del barro le resulta difícil al oficialismo, comentaron a Brecha (hablando en tercera persona, a la manera de un futbolista) varios dirigentes frenteamplistas. Desde hace prácticamente dos años, uno de sus puntos débiles es la conducta pasada y presente del vicepresidente de la República. Y en un Frente Amplio (FA) horro de un proyecto estratégico que pueda encolumnar a sus integrantes, los juegos sectoriales predominan en el escenario. Incluso algunos hechos que podrían considerarse como positivos, por ejemplo la aprobación en general de la rendición de cuentas lograda en la Cámara de Diputados (a pesar de no contar con la mayoría automática del pasado), pasan casi desapercibidos y no merecen destaque importante en los medios de comunicación, como tampoco en la valoración d...
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