“A un señor le cortaron la cabeza, pero como después estalló una huelga y no pudieron enterrarlo, este señor tuvo que seguir viviendo sin cabeza y arreglárselas bien o mal.”
“Acefalia”, Julio Cortázar.
Quienes administran la Casa del Partido Colorado no recuerdan con exactitud cuándo fue que se rompió el caño que destrozó algunos de los documentos centenarios que estaban atiborrados y sin orden en una pieza de la planta baja. Sí tienen presente que el agua derramada deshizo listas coloradas de la década del 30 y discursos de los viejos dirigentes, y que llenó de moho documentación contable histórica y ejemplares de Jaque, La Semana, Opinar y El Día. También saben que desde que llegaron los bordaberristas al Comité Ejecutivo Nacional (Cen) se ha hecho un “esfuerzo” por recuperar la vieja ca...
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