Cada noche cientos de trabajadores se encargan de cuidar a los 11 mil niños y adolescentes que se encuentran bajo la órbita directa del Inau en todo el país, ya sea en hogares o en centros de responsabilidad penal adolescente. “A veces nos toca cuidar bebés, niños que fueron violados, gurises abandonados que pasaron por cosas que ni te imaginás, y una tarea así, aunque estemos preparados para afrontarla, es imposible no llevarla a casa”, relató a este semanario una cuidadora nocturna que prefirió no ser identificada. Para ella no se valora la tarea que hacen y que repercute sobre la sociedad. El sueldo que recibe ronda los 15 mil pesos líquidos, pero la responsabilidad vale mucho más, e implica asumir tareas para los que muchos no están preparados y para las que no hay incentivos para perm...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate