Tanto como comentar cine, a Rony le apasionaba comentar fútbol. No era un periodista deportivo ni quería serlo, pero es muy posible que Harry Hinkle quede como un mejor lector de ese deporte que muchos comentaristas “diplomados” de tales. Rony era también un abnegado lineman, algo a lo que su físico no lo predestinaba. Resultaba curioso verlo de pantaloncitos cortos corriendo por la línea, algo torpón y casi panzón. Una tarde en el Franzini, en un partido Defensor-Peñarol Hugo Alfaro le comentó a un vecino de estadio que aquel que estaba allá abajo vestido de negro y que se movía con esfuerzo de un lado a otro era un gran tipo, amigo suyo, y para más datos compañero de trabajo. El partido era aburrido, y de tanto en tanto Alfaro se deshacía en raros elogios hacia ese línea ante el de...
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