Formas, estilos y “pifies” en el lenguaje de los legisladores, según sus taquígrafosObservan cada gesto, traducen los tonos, registran las palabras en papel, reprimen la carcajada cuando escuchan algún “aquí se norma la viola”. Los taquígrafos son los testigos más fieles de la forma de hablar de nuestros legisladores. Recuerdan los grandes discursos de caudillos y doctores, aquellos apasionados o amantes de la retórica. Hoy reconocen un estilo campechano que se filtró en el Parlamento y que proviene tanto del presidente de la República como del almacenero del barrio. “Esperate —decía Barreiro—. No hables tan rápido, que el taquígrafo no va a poder seguirte. (…)
—¿Cómo? –preguntaba Armando–, ¿es un taquígrafo o es un grabador? —Normalmente es un grabador, pero parece...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate