Lo que la justicia uruguaya hasta ahora no ha hecho, la argentina sí: las condenas dictadas la semana pasada por el Tribunal Oral Federal 1 de Buenos Aires marcan un nuevo diferencial entre lo actuado a uno y otro lado del Río de la Plata en la sanción al terrorismo de Estado. El azar, tal vez, colaboró para realzar la distancia: a las 17 horas del viernes pasado, mientras en los tribunales porteños comenzaban a leerse las condenas al uruguayo Manuel Cordero y a 14 militares y agentes de inteligencia argentinos (véase nota de Samuel Blixen) por su participación en el Plan Cóndor, en Montevideo otro de los principales ejecutores vernáculos de la operación de coordinación represiva, José Nino Gavazzo, se preparaba para asistir al cumpleaños de 15 de su nieta. La protesta realizada en la call...
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