El gobierno de George W Bush ocultó a sus propias tropas –de las que entrenaron en Irak–, a su cuerpo médico y al Congreso estadounidense la existencia incontrolada de armas químicas activas y deterioradas desperdigadas en territorio iraquí. Al menos 17 efectivos de Estados Unidos y siete iraquíes fueron afectados hasta ahora por esas armas sin recibir tratamiento médico adecuado y sin que sus mandos hayan reconocido las lesiones sufridas por los efectivos; además se han encontrado al menos 5 mil proyectiles con diversos agentes químicos entre 2003 y 2011. Estos hechos fueron sistemáticamente negados o se les restó importancia por orden superior.
Las armas fueron fabricadas por el gobierno de Saddam Hussein para usar en su guerra contra Irán (1980-88), con activa participación y colaboraci...
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