El gobierno planteó al Mercosur que se habilite la concreción de acuerdos comerciales unilaterales con terceros países. Sin embargo, la nueva realidad de la región, con los cambios de gobierno en Argentina y Brasil, puede transformar la propuesta uruguaya en un catalizador de la desintegración del bloque. Ello dejaría a Uruguay con la única tentación de su mercado interno, sin la posibilidad de ser una playa de desembarco hacia sus socios mayoritarios.
En marzo, el Ejecutivo presentó en el pacto regional esa iniciativa, estableciendo una salvaguardia en el artículo ocho del texto entregado. En él se sostiene que “una vez concluidas las negociaciones se aplicará el principio de la nación más favorecida de conformidad al ordenamiento jurídico del Mercosur”. Con la inclusión de ese párrafo...
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