Las excavadoras han comenzado a completar hoy lo que el terremoto dejó a medias. Es una forma de decir, de expresarlo, con un inevitable poso de amargura. Tres enormes máquinas han comenzado a demoler el cascarón vacío en que quedó convertido el Palacio Presidencial en Puerto Príncipe.
De las muchas imágenes sobrecogedoras que dejó grabadas en la memoria aquel devastador terremoto hay dos que se convirtieron en icónicas. Una fue la de un haitiano caminando desnudo, perdido, como sonámbulo, por una calle en ruinas, en medio de un paisaje de destrucción y muerte. La otra imagen fue, y ha sido hasta ahora, la del Palacio Presidencial con su segunda planta, con sus cúpulas inclinadas, vencidas: el símbolo de la desolación infinita.El presidente haitiano, Michel Martelly, había anunciado h...
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