Se había hecho costumbre que en Mercedes, durante los últimos días de enero, se confirmara todos los años aquella sentencia de Julio Cortázar respecto de que el jazz suele acercar a las personas más que la Unesco o las aerolíneas. Es que desde hace varios años la organización sin fines de lucro Movimiento Cultural Jazz a la Calle promueve por esa fecha el Encuentro Internacional de Músicos, a través del cual, religiosamente, artistas de diferentes rincones del globo –denodados y anónimos militantes del swing más célebre del último siglo– toman por asalto la ciudad. Ocurre que la organización no tuvo más remedio que celebrar su décima edición, prevista para enero de 2016, suspendiendo el evento por falta de fondos. Un desenlace al que le sucedieron desavenencias públicas entre los mercedari...
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