¿Qué debe hacer un mortal uruguayo –y por lo tanto de paciencia limitada y con información sobre el tema ídem– para deshacerse de sus desechos eléctricos y electrónicos sin sucumbir ante el contenedor? Primero que nada, la definición más extendida para referirse al tema es la de la sigla Raee: “residuos de aparatos eléctricos y electrónicos”, y el concepto comprende desde un pendrive hasta una heladera. Según el informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (Uit)1 presentado hace apenas cinco meses, cada uruguayo desecha la increíble cantidad de nueve quilos y medio de Raee por año, apenas detrás de Chile con 9,9 quilos. Se calcula que cambiamos de teléfono celular cada dos años y de laptop cada cuatro; el Plan Ceibal y las tablets del plan Ibirapitá para los jubilados no brindan...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate