Harold
Bloom reconoce a dos poetas estadounidenses que han sido fundamentales para
comprender la poesía moderna: Walt Whitman y Emily Dickinson. Sin embargo, a
pesar de que busca posicionarlos en un plano de equidad, termina por
reconocerle mayor impacto a Whitman. Al rastrear las posibles influencias de
Emily Dickinson en otras autoras, Bloom descarta a las poetas que le parecen
las mejores y, no obstante, le atribuye haber influido en dos nombres que para
él son cruciales: “Me interesa tan poco convertir a Dickinson en el
Wittgenstein de Amherst como considerarla la precursora de Adrienne Rich y
similares rebeldes en contra de las tradiciones poéticas patriarcales. El
estilo que Dickinson inventó es muy difícil de emular y no ha influido
demasiado en las mejores poetas de nuestro siglo: ...
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