La sangría de votos que, según indican los sondeos, sufrirán tanto el PP como el Psoe tomará proporciones de debacle en el País Vasco y Cataluña. Será un episodio más de la caída libre que ambos partidos experimentan desde hace una década en esta periferia irredenta que, elección tras elección, dirige su voto a los partidos nacionalistas vascos y catalanes. Sobre todo en el País Vasco, las formaciones nacionalistas destilan una imagen de eficiencia y proximidad a la ciudadanía muy alejada de la que proyectan el PP y el Psoe, envueltos en casos de corrupción, responsables de medidas socioeconómicas impopulares y con centros de decisión situados en Madrid.
A pesar de que, históricamente, en las legislativas españolas parte del electorado nacionalista opta por partidos de implantación estatal...
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