“Alegreto”
El texto que firma C Arbiza le abre camino a Eduardo D’Angelo para interpretar a un cómico de la televisión que golpea a la puerta del joven vecino del piso de arriba para culparlo por la humedad que se filtra por el techo de su baño. Cuando este último lo reconoce, se entabla entre ambos una conversación que, a partir de la admiración que el visitado siente por el artista, mezcla anécdotas y chistes al estilo de lo que podría sostener un dúo de aquellos de las llamadas revistas musicales. Algo así como lo que defenderían en la actualidad los practicantes del stand-up (modalidad humorística tan vieja como el mundo), y no necesariamente de a uno, por más que aquí la situación planteada le permite a D’Angelo arremeter con un repertorio de ocurrencias –originales o recicladas–, co...
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