El debate público y su traducción mediática en torno a un tema tan delicado como el apoyo económico del Estado a emprendimientos productivos autogestionados por sus trabajadores plantea el desafío de superar las demostraciones de fuerza y los costos políticos. Las discusiones en torno a la modalidad en que continuará funcionando el Fondo de Desarrollo (Fondes) deja entrever una serie de supuestos y de intencionalidades sobre la autogestión, que sólo construyen miradas parciales y fragmentarias de un proceso social que tiene múltiples condicionantes.
Tres elementos encadenados son los que atraviesan al debate actual sobre el devenir del Fondes: 1) la priorización política de la autogestión de los trabajadores ante emprendimientos empresariales de pequeña y mediana escala; 2) la cantidad, ut...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate