Eliminatorias
El objetivo es el Mundial. No para ganarlo, sino para participar de la gesta. Salir Campeón del Mundo es una quimera, un casi imposible. Llegar a competir en el torneo, en cambio, implica mantener enhiestas autoestimas individuales, elevar la moral colectiva, valorizar a los jugadores en el exterior, asegurarse cierta estabilidad económica en el interior, posicionar a la actividad, el deporte y el negocio “fútbol” en el imaginario colectivo nacional.
Para un país (con un mercado interno) pequeño como Uruguay, clasificar o no clasificar marca el límite entre la gloria eventual y el ostracismo total. Ni exageración ni drama: nos jugamos en la Eliminatoria una parte importante de nuestro futuro futbolístico a corto y mediano plazo. Como comunidad, esa responsabilidad nos ...
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