Parafraseando a Machado, “una reunión de intelectuales alemanes es algo perfectamente serio”. Y en verdad en verdad os digo que es difícil, muy difícil, imaginarse algo más serio que una reunión de intelectuales alemanes. Pero extrememos la dificultad. Retrocedamos al verano de 1986; se celebra en Berlín un congreso dedicado a América Latina y se reúnen allá algunos invitados latinoamericanos de fuste: el uruguayo Mario Benedetti, el colombiano Luis Fayad, los chilenos Hernán Valdés y Antonio Skarmeta... Al concluir el acto inaugural, con una honda reflexión de Benedetti, los intelectuales alemanes presentes, quienes además de estar presentes son solidarios con la desgraciada suerte de nuestro continente, proponen que continúe el coloquio alrededor de una mesa en el Vieux Carré, un renomb...
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