Al menos en materia de derechos humanos, 15 años de gobiernos frenteamplistas con derroteros ambiguos y contradictorios habilitan posturas que van desde la cautela al escepticismo. Tal fue el abanico de reacciones ante el anuncio del presidente electo Tabaré Vázquez sobre la próxima instalación del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, que se propondrá obtener información sobre los desaparecidos, facilitar el esclarecimiento de los crímenes de la dictadura y hacer un seguimiento del cumplimiento de las sentencias internacionales contra el Estado uruguayo. Las distintas tonalidades de desconfianza pueden sintetizarse en la apreciación de un vocero de una organización de derechos humanos: “Es lo mejor que se nos ha ofrecido desde la redemocratización hasta ahora… si se concreta”.
Por lo me...
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