El dueño del restaurante La Bo-ttega, empleados y clientes que estaban el 22 de mayo –pasadas las 23 horas– dentro del local de la calle Cavia, pensaron lo peor cuando tres personas armadas intentaron ingresar al local. Pero las medidas de seguridad que el comercio había implementado, básicas, como cerrar la puerta por dentro y abrir cada vez que un cliente entra o sale, evitaron que el delito se consumara.
El trío armado reorientó su objetivo a la parrillada La Cavia, ubicada a pocas cuadras, en Cavia y 26 de Marzo. Al ingresar se encontraron con un cliente policía, que se identificó como tal. El funcionario y uno de los asaltantes terminaron heridos y este último, al igual que los otros dos, fue detenido momentos después. Estos hechos reactivaron la preocupación de los empresarios gastro...
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