Aude Lancelin —Hoy parece que está en curso un pulso de-sigual. Asistimos a una reafirmación de la troika bajo otros nombres eufemísticos. Mientras, el gobierno griego afronta una terrible crisis de liquidez financiera que, de hecho, pone en serio peligro sus proyectos futuros. ¿Podemos decir que Alexis Tsipras y Syriza en conjunto fueron demasiado optimistas al calcular la presión que serían capaces de ejercer sobre las instituciones europeas?
Stathis Kouvelakis —Syriza sabía que esto no iba a ser un camino de rosas. De hecho, tras la decisión de cerrar el grifo de la liquidez a los principales bancos griegos, tomada por el Banco Central Europeo (Bce) el 4 de febrero, el gobierno griego se vio acorralado en las discusiones con sus así llamados “socios” europeos. Pero el gobierno ha decidi...
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