En mis tiempos de niño me enseñaron que el año tiene 365 días y seis horas (excepto los bisiestos, que duran 366 días y ninguna hora más). Tardé mucho en entender esa cuestión de las seis horas, pero así es la vida, llena de cosas difíciles de entender.
Bueno: 2014 no es año bisiesto ni nada, pero en Brasil parece durar mucho más que 366 días. Es como si cada día surgiese una nueva mala noticia, y 2015 no llega nunca. Lo peor es que no hay ninguna razón concreta para creer que ese 2015 que no llega será mejor que el 2014 que no termina.
En 2014 el crecimiento del Pib brasileño rondará el cero. Quizás un poquito más, quizás un poquitín menos. Pero, en términos concretos, será un crecimiento cero. Con eso, las perspectivas para 2015 se hacen ácidas.
La inflación rondará el 6,5 por ciento, qu...
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