Semanas atrás los uruguayos, al igual que los ciudadanos de todo el mundo, sucumbieron al juego del Pokemon Go, y las plazas se vieron inundadas de concentrados cazadores de pokemones. El gobierno uruguayo no ha sido ajeno a una modalidad similar y ha sido atraído por un nuevo juego en la arena internacional: los tratados de libre comercio (Tlc). Apostar a ellos parece hoy el único elemento de inserción internacional que manejan las autoridades.
Ante un escenario complicado en lo regional e internacional, Uruguay parece haber optado por una modalidad que tiene sus bemoles. Primero insistió en la idea de un regionalismo abierto, consistente en suscribir tratados comerciales al margen del pacto regional. En una lectura que no parece ceñirse totalmente a la realidad, el presidente Tabaré Vázq...
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