Edelweiss ZahnEn Shangrilá, frente a la escuela, hay un lugar donde se aprende a amar la lectura. Allí hay libros que no encontrará en otra parte, niños de un asentamiento cercano que crecen pasando las páginas de Berocay, Velando, Rowlig, abuelas que llegan a acompañar a sus nietos y terminan descubriendo qué fue la dictadura.
Cuando Edelweiss Zahn se piensa, se define como una sobreviviente. “No sé si habría una definición mejor. Durante un buen tiempo luché por un mundo más justo, conocí gente fantástica, esa lucha fue mi vida y después perdimos. No me gustaría decirme ‘ex nada’, prefiero decir que ahora, a los 71 años y desde hace algún tiempo, encontré una manera de volver en cierto sentido a aquella época, una tarea a la que le veo casi que el mismo sentido que le veía a la militan...
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