Muy lejos del espíritu navideño, el oficialismo se ha sumido en una agria discusión, donde la cuestión de Ancap, más allá de su crítica situación, también aparece como pretexto para dirimir otras cuestiones. Dos de los principales referentes del frenteamplismo (José Mujica y Danilo Astori) han optado por un intercambio epistolar de cruzados ataques, poco frecuente en el transcurrir democrático de las últimas décadas.
Mujica fue el primero en disparar, y en una carta publicada en la web del Mpp sostuvo que recién ahora se entera de “que los costos de distribución de Ancap ‘unos 800 millones (de dólares)’ no fueron oportunamente reconocidos porque ‘con decisiones muy fundadas’ resolvieron no trasladarlos a la sociedad. Como ejemplo negativo de gestión se pone un acuerdo con los estacioneros,...
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